- La digitalización empresarial puede agilizar el mercado defacturas negociables, según Antonio Ramírez-Gastón, Gerente General de Bizlinks, empresa dedicada a soluciones de facturación y cobranzas electrónicas. Si se logra incorporar tecnologías y digitalizar los procesos financieros, se podría ampliar de manera significativa el número de las empresas que accedan al factoring.
El factoring es un mecanismo muy potente en la tarea de financiar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). Sin embargo, aún no es posible su masificación porque las entidades financieras que ofrecen el servicio se concentran en negociar facturas avaladas solo por las grandes empresas que representan menos del 1% del total de unidades del país, como una forma de minimizar todo riesgo.
Antonio Ramírez-Gastón, Gerente General de Bizlinks, considera que las entidades que financian vía factoring podrían disminuir el riesgo si aplican tecnologías con soluciones digitales, para conocer la situación real de las empresas que formarán parte de este mecanismo de financiamiento.
En la actualidad, en la operación del factoring se pone como garante de pago de la factura a una Gran Empresa, que previamente ya la tienen evaluada, menciona Ramírez-Gastón. Según un estudio del área Head of Credit Risk del BCP, difundido en mayo 2020, existen más de 2,2 millones de empresas a nivel de Mipyme, mientras que las catalogadas de grandes solo ascienden a 9,182 unidades.
El experto menciona que los criterios de evaluación se basan en los estados financieros, que siempre están desfasados, pero considera que si se contará con información en línea del comportamiento de ventas como de facturación, es decir el movimiento actual de las empresas, podrían tomar mejores decisiones y masificar el uso del factoring.
“Si una empresa le vende con cierta regularidad y frecuencia a otra, es porque dicho cliente pagador -no importando su tamaño-, es seria y cumple con sus obligaciones. Si esa información está sistematizada, mediante los servicios que las fintech ofrecen, las entidades de factoring tendrán mejor información y podrán ayudar a financiar a un mayor espectro de empresas”, apunta.
Entonces, las empresas que automaticen más estas operaciones, para armar un ambiente colaborativo con las entidades de factoring, tendrán mejores condiciones y accederán a un financiamiento a través de sus facturas, que además no representa una deuda con la entidad financiera, considera.
IMPULSAR EL FACTORING
En 2020, el monto financiado a través de factoring cayó en 4,35% con respecto al año anterior, según Cavali. La misma entidad menciona que solo se negociaron en promedio 45 mil facturas al mes el año pasado.
“El factoring es un excelente mecanismo, pero si mantenemos la modalidad de operación actual no llegaremos a un porcentaje de empresas representativo y mucho menos se cubrirá la gran demanda de financiamiento de las Mipymes”, advierte. Por ello, reiteró que las entidades que ofrecen el factoring deben acercarse a los servicios fintech (tecnologías financieras) y así puedan acceder a la información del mercado.
Ramírez-Gastón resalta que en esta pandemia es urgente permitir una via de financiamiento a las Mipymes para subsistir, estabilizarse, salir adelante y con ello mejorar la economía global.